Sólo caminar...por la niebla.
A tientas,
ramas astilladas a las qué amarrarse,
yemas que no reconocen roce sin dolor.
Piedras infinitas te llaman con cantos de sirena
y abiertas de brazos acogen tus tibias.
Sólo buscar...el tacto.
Sólo caminar...hacia la hoguera.
Bosques, botas y sonrisas de escarcha,
labios rasgados.
Caída de párpados hambrientos
en su lapso de tiempo detenido.
Cogiendo la mano de nada
cuando vacío está al acecho.
Sólo buscar...suelo firme.
Sólo caminar...por el borde que afila la tormenta.
Aplazando el sueño y sus espejos,
ya no espero el reflejo de su sombra en mi retina.
Sólo buscar...puertas abiertas.
Sólo caminar.
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