domingo, 13 de abril de 2014

Despertar

Tengo el alma hambrienta.

Despertar del monstruo que rompe moldes
y párpados contra paredes,
el que brilla colores y forja sonrisas a fuego lento.
Sentado observa la intensidad
de cómo reblandece el caparazón.

Tengo el alma hambrienta.

Insaciable expandirá la esencia
por cada recoveco,
anclando el sentido de una mirada
cuando la magia de las palabras inunde cada poro.

Retórica de un gesto intangible.
Manos invisibles en tu frontera.

Tengo el alma hambrienta.

Azul erección de vello
y sus mariposas decapitadas,
que batiendo las alas elevan huracanes
ante el enigma del tacto imposible.

Tengo el alma hambrienta.

Noches insomnes y su niebla de locura infinita.
Velocidad de tortugas erguidas
buscando el dulce horizonte.

...insaciable expandirá la esencia.

Tengo el alma hambrienta.