martes, 11 de junio de 2013

Y que suba la Marea

Bofetadas de realidad en este cuento surrealista.

En mis muros de autosuperación,
en mi lucha diaria contra la nada.
En mi mundo de princesas valientes con botas de montaña y vaqueros.

Me mueres, 
me olvido del horizonte.
Me atrapa la inocencia de creer en kharmas lejanos
que te acercarán de alguna manera.

No me obstruyas el pensamiento con interrogantes,
eternos como nubes a las que lanzarse
sin saber que sólo es vapor de agua que no sostiene la levedad de un cuerpo.

Me arranco la piel una y otra vez
preguntando dónde está el error.

Dónde está ese silencio homicida de mi tiempo?
el que asesina los segundos envueltos de dudas
(mil capas de trapo que hiela la psique),
que los roba de mi esencia.
Esos que ya no volverán.
Los has secuestrado
y ahora yacen moribundos gritando que siga a mis pies.

Que no mire a la belleza
que pude observar fugaz
cuando éramos emociones y substancias químicas evaporadas.

Que no me enganche. 

Que no me agache.

...que no me arrastre.

Porque éste músculo
se dobla antes que partirse,

se dobla antes que partirse

…que partirse