Miedo, mierda y ventanas.
Miedo...a perder,
perderme en una partida de pajas mentales.
De un todo por un nada,
de un cuento con cimientos en la azotea...
dónde planean las horas azules
de siestas de verano.
Miedo a no ser nada en la esencia del aire,
a maltratar las raíces de esta planta que brota frágilmente.
A subir por las escaleras al infierno.
Mierda de rubor.
De este sudor de interrogantes
y las dos caras de la moneda.
De la tonalidad de grises que habitan en los extremos
y mecen la psique en una duda eterna.
Mierda de cuerda floja,
mierda de emociones de raza humana.
Ventanas,
por dónde oxigeno las branquias
y me vuelven animal de sal alado,
por un momento,
sacando el sol por las esquinas.
Ventanas de horizontes infinitos
que quedan por andar.
Ventanas de sonrisas
y caminos "que ya son nuevos"
en una verde espuma.
