miércoles, 10 de abril de 2013

Maldito

Temblar...
sentirte temblar bajo mi piel.

El pozo que parecía destino al profundo vacío
te adentra en mis nubes,
suben a la velocidad de un ascensor loco
que ha olvidado la teoría de la gravedad,
y su intensidad relativa.

Me inyecta esa sobredosis de azúcar
que tanto odiaba,
de la que huía,
la que esconde mi verborrea
y gotas de sudor hacia adentro.

Mi alma de lobo impenetrable,
de rosa hielo neutro,
hiriente.
La has atravesado con la yema de tus dedos...
la has fundido
en un mar de interrogantes
exclamaciones
y puntos suspensivos.