miércoles, 18 de abril de 2012

Ínfimo

Atrapando mis minutos,
atravesando la frontera de la infima cultura de lo íntimo.
Conociendo neuronas que enlazan azoteas,
entre verdes pedazos de incógnita,
como libretas de papel liso recién abierto.

Fluyen los rayos de sol por la ventana...
y el hormigón cuadrado no puede ganar la partida.

Cada noche cae el diluvio universal bajo mi espalda,
inundando el caos que brota en cada milímitro de piel…
dejando la levedad de sus llanuras en cada huella.

Paso a paso,
 piedra a piedra,
barro a barro.