Proscrita

Puede que el alma esté encriptada,
proscrita,
forastera de los sueños...

con campamento base en la intensidad de un impulso,
que prescribe noche y calima cada 24 horas.

Puede que habite en tu tabú,
tras cada punto suspensivo.
Después de las palabras vacías...
haría la piel infinita hasta borrar la duda.

El camino es muy corto para mis zapatos efímeros,

piedras cabronas acechan el paso,

escondidas en las esquinas de la sociedad,

grabando a fuego etiquetas tras cada caída.

Forja de hielo,
bruma y enigma a carcajadas,
consonantes que riman en tu ventana,

en tu nicho de cincuenta metros cuadrados.

Qué tacto me toca hoy?

Qué máscara antes de abrir el telón?

Quiero encías sangrantes,

bocas hambrientas de piel,

alas abiertas en la hoguera de realidad,

almas incandescentes de horas bajas.

Qué tacto me toca hoy?

Qué máscara antes abrir el telón?

Senderos

Palabras de papel para que mojen mis sentidos

y arranquen las escamas entre los dedos,

entre las uñas,

entre cada herida.

Me aturde tanta inocencia etiquetada,

tanta maldad envasada,

tanta estúpida morbosidad descafeinada en el ambiente.

Pseudos, feudos, máscaras de lo irreal,

Inepto despertar de los párpados en la ciudad gris,

insulsa ciudad de algodones teñidos.

Dónde queda la esencia si desaparece tu guión?

Dónde brotas tus tallos verdes?

Dónde guardar tu dosis de sol?

Acuna tus batallas, que rujan en ferias de alma,

envuélvelas en polvo de estrella.

Deja que un paso más,

un soplo de oxígeno más,

una página más en blanco...

te muestre los senderos del alma.

Untituled

Si engullo  palabras de cartón,

no veré fondos de mar en tus manos.

Si me pierdo entre mis sábanas calientes,

no hallaré mantas de piel.

Si me enhebro en brisas de boca de metro,

no entenderé las palabras del viento.

Si busco justicia en la calle

y mis pasos de acera compran la escalera al cielo.

No hay miradas que puedan tapar un horizonte,

ni pasos que lo alcancen,

que sólo son utopías para seguir caminando;

destellos para encontrar mi unicornio…

de cualquier color menos rosa.

Si alzo un grito y se desgarra el alma,

pieza por pieza,

cómo un puzzle inacabado.

Me retorceré cuán liana envenenada,

esclava de emociones,

buscando intensidad tras cada caída de sol.