viernes, 13 de diciembre de 2013

Aunque no hayan mantas de más

Me he perdido en éste peñasco de miradas ajenas,
los límites de mi razón
y las piquetas arraigadas.

He asumido el sudor de tanta boca hambrienta,
de locura enlatada en latido volátil...
secando la resina de mis raíces,
las que no saco a pasear por no romper correas.

Otro tanto en el marcador de lo disperso...

Y vuelta a empezar.
Un paso más,
otro impulso para hundir la huella en el barro.
Hoy seré la estrella invitada,
aunque no hayan hogueras a las qué volver.


Me he mecido entre cascadas infinitas,
la esencia transparente saluda desde la orilla
viendo la eterna caída de palabras sin fondo.

Déjame fluír, río arriba del sentido,
que recuerden los carpos el crujir de libertad...
el destino a dirección prohibida
y la mala costumbre de soñar.

Erizos en la piel antes de abrir las alas...

Y vuelta a empezar.
Un paso más,
otro impulso para hundir la huella en el barro.
Hoy seré la estrella invitada
aunque no hayan mantas de más.

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